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Preocupación en Bélgica: Jóvenes futbolistas belgo-marroquíes optan por Marruecos

Desde hace algunos años, se ha intensificado un fenómeno en el fútbol belga: la fuga de talentos de origen marroquí hacia la selección nacional de Marruecos. Lo que antes era algo marginal, con jugadores que preferían a los Diablos Rojos como Marouane Fellaini o Nacer Chadli, se ha convertido en una tendencia de fondo. De hecho, una ola de talentos belgo-marroquíes formados en Bélgica ahora prefieren vestir la camiseta de los Leones del Atlas.

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Chemsdine Talbi eligió Marruecos / DR
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El seleccionador de los Diablos Rojos enfrenta una situación complicada. Lo que antes parecía un camino natural para futbolistas talentosos como Marouane Fellaini, ahora se ha convertido en una decisión difícil para los jóvenes jugadores belgo-marroquíes. ¿Cómo convencer a los binacionales que vivieron la victoria de Marruecos sobre Bélgica en el Mundial de Catar 2022, y el increíble avance del Mountakhab hasta las semifinales?

Esta tendencia se explica por varios factores, según el sitio especializado flamenco Voetbalkrant: la estrategia proactiva de la Federación Marroquí de Fútbol (FRMF), las modernas infraestructuras implementadas por Marruecos, y una creciente desconfianza hacia la gestión belga de los jugadores de origen inmigrante.

Un cambio de paradigma

En el pasado, Bélgica atraía naturalmente a los talentos de su territorio. Sin embargo, la FRMF ya no espera a que un jugador se convierta en estrella para acercarse a él. Ahora, el proceso de reclutamiento comienza desde las categorías U15 o U16, con esfuerzos significativos para captar a los jóvenes talentos antes de que tengan que tomar una decisión.

Marruecos ha comprendido la importancia de la identidad y el sentido de pertenencia. A diferencia de Bélgica, donde la integración de jugadores de origen inmigrante sigue siendo un tema delicado, la FRMF promueve un discurso coherente que valora sus raíces.

Otra diferencia clave son las infraestructuras. El centro Mohammed VI, considerado uno de los mejores de África, representa una gran ventaja para Marruecos. «La calidad de las instalaciones, la dedicación del personal, e incluso detalles como la atención a los padres, marcan una gran diferencia», comenta el padre de un joven talento belgo-marroquí.

En comparación, Bélgica lucha por competir. «El país ni siquiera cuenta con un estadio nacional moderno, mientras Marruecos se prepara para construir el estadio más grande del mundo», ironiza el mismo interlocutor.

Una presión belga que se vuelve en su contra

Frente a esta fuga de talentos, algunos dirigentes belgas intentan presionar a los binacionales. Vincent Mannaert, figura influyente del fútbol belga, ha instado recientemente a que los jóvenes jugadores tomen su decisión cuanto antes. Sin embargo, este enfoque rígido podría ser contraproducente.

En Bélgica, algunos jugadores de origen marroquí se sienten menospreciados, e incluso discriminados, lo que los impulsa a elegir jugar para Marruecos.

Los ejemplos recientes son numerosos: Bilal El Khannouss, Anass Zaroury, Chemsdine Talbi e incluso Ismaël Baouf han optado por Marruecos en lugar de la selección belga. Incluso los más jóvenes, de 15 o 16 años, como Ilyes Benachour o Dalil Ouadrassi, se sienten atraídos por el entorno marroquí.

Este fenómeno no se limita solo a Bélgica. Jugadores como Noussair Mazraoui y Sofyan Amrabat (Países Bajos), Achraf Hakimi y Brahim Diaz (España), o incluso Amine Adli y Eliesse Ben Seghir (Francia) han elegido representar a Marruecos en lugar de sus países de nacimiento.

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