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Desde hace varias semanas, la gestión de las subvenciones para la importación de carnes rojas ha generado divisiones dentro de la mayoría gubernamental. Rachid Talbi Alami, presidente de la Cámara de Representantes y miembro del Rassemblement National des Indépendants (RNI), intentó calmar la polémica el viernes por la noche en Salé, aclarando que las ayudas ascienden a 300 millones de dirhams, en lugar de los 1.300 millones que se habían mencionado, y que benefician a 100 importadores, no a 18.
Esta aclaración fue una respuesta a las críticas de dos ministros del partido Istiqlal, también parte de la coalición gubernamental. Ryad Mezzour, ministro de Industria y Comercio, cuestionó la concentración del mercado en pocas manos: «18 importadores de carne roja no deben tener como rehenes a 37 millones de marroquíes», declaró en Medi1 TV. Nizar Baraka, secretario general del Istiqlal y ministro de Obras Públicas, criticó la falta de condiciones en las subvenciones, afirmando que «las ayudas concedidas a los importadores de ovino deberían haber sido condicionales».
El tema tomó un giro aún más político cuando el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), tercer pilar de la mayoría, solicitó el 12 de marzo la eliminación de las exenciones fiscales y aduaneras implementadas para reducir los precios. También instó al gobierno a «reforzar la vigilancia y tomar medidas enérgicas contra ciertos especuladores», a quienes acusó de manipular el mercado en su beneficio.
Se abre una investigación por posible malversación
Ante el aumento de la controversia, la fiscalía ha remitido el caso a la Brigada Nacional de la Policía Judicial para investigar las subvenciones otorgadas a los importadores de ganado ovino y bovino. Según el diario Al Akhbar, las autoridades están examinando los canales de importación y la identidad de los beneficiarios, sospechando que algunos de ellos han malversado fondos públicos sin haber logrado una disminución en los precios de la carne.
La investigación prevé interrogar a los principales importadores, así como a parlamentarios y políticos. Ryad Mezzour ha revelado que los márgenes de beneficio de algunos importadores oscilan entre 20 y 25 dirhams por kilo, muy por encima de los 10 dirhams estipulados inicialmente. El mercado está así controlado por un puñado de especuladores que mantienen los precios artificialmente altos.
Las repercusiones de este asunto trascienden el ámbito económico. Las crecientes tensiones entre el RNI, el Istiqlal y el PAM revelan las fisuras dentro de la mayoría en vísperas de las elecciones legislativas de 2026. Ante las acusaciones de favoritismo y las sospechas de malversación de fondos, Rachid Talbi Alami lanzó un desafío a los críticos del gobierno: «¡Si tienen pruebas, lleven el caso a los tribunales!»
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