Cherkaui, autor de "El Sáhara: vínculos sociales y retos estratégicos", finalizó hoy una gira por Chile y Perú donde explicó la postura de su país en el conflicto a académicos y políticos, pues considera que en Latinoamérica hay una visión muy parcial del caso, generalmente contraria a Marruecos.
Entrevistado por Efe, Cherkaui, hermano del actual ministro del Interior marroquí, sostiene que el conflicto se gestó por "legítimas reivindicaciones" como empleos y viviendas, pero luego degeneró en una "rebelión organizada" por "elementos incontrolados llegados de fuera del Sáhara para provocar y linchar a agentes que tenían orden de no disparar".
Además, consideró que la prensa española ha "atizado el fuego", ha transmitido "noticias totalmente falsas" y en general ha servido de altavoz al independentista Frente Polisario "con muy poca profesionalidad, sin preocuparse de contrastar las informaciones".
Sin embargo, defendió la medida de Rabat de impedir el acceso de los informadores "pues un gobierno responsable no puede dejar pasar a periodistas sin garantizar su seguridad", en alusión al clima de violencia que se ha vivido durante días.
Cherkaui señaló a sus interlocutores en Chile y Perú que en el territorio saharaui existen históricamente pero también hoy abundantes factores -económicos, urbanos o incluso conyugales- que testimonian la integración de las poblaciones saharauis con Marruecos.
Además, aseguró que lo que llama "discriminación positiva" de su país en el Sáhara Occidental ha producido allí mayores tasas de escolarización (un 97% de los niños) y una mayor alfabetización, además de las "grandes ayudas" que Rabat otorga a ese territorio y "con las que no cuentan otras regiones de Marruecos".
Sin embargo, la alta tasa de jóvenes licenciados no se ha traducido en oportunidades laborales, y de hecho el porcentaje de parados es mayor en el territorio, y ello ha producido un problema "de orden económico y social" que es el que subyacía en la primera fase de esta crisis que comenzó en el campamento de Gdaim Izik.
El sociólogo insistió en que los problemas que viven los saharauis -de desempleo y falta de viviendas, principalmente- no son diferentes a los de Marruecos en general, pero reconoce que "hay un sentimiento extendido entre los jóvenes saharauis, con razón o sin ella, de que Marruecos no hace lo bastante por ellos".
Cherkaui admitió que "no se les escuchó (a los jóvenes saharauis) lo suficiente" y que el gobierno marroquí "careció de fineza e inteligencia a la hora de entablar un diálogo con ellos", pero ello, dijo, no explica los disturbios y la violencia.
El experto admitió que su gobierno "no sabe comunicar" sus tesis, pero apuntó que las relaciones bilaterales entre Marruecos y España -económicas, poblacionales, y también estratégicas- "están muy por encima de los manejos de la prensa" española.
Los disturbios de El Aaiún, los más graves en la zona desde hace veinte años, han causado la muerte de once agentes marroquíes y dos civiles, además de un centenar de detenidos, según las cifras ofrecidas por Marruecos, mientras que el Frente Polisario asegura que ha habido 36 muertos y 700 heridos.