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Para conquistar a Trump, Argelia puso sobre la mesa la mina de hierro de la cual el 50% pertenecía a Marruecos

Los argelinos no han escatimado esfuerzos para seducir al presidente Donald Trump, al punto de conceder la explotación de la mina de hierro Gara Djebilet, en la región de Tinduf. Una mina de la cual la mitad pertenecía a Marruecos, según los términos del acuerdo concluido en 1972 entre el rey Hassan II y el presidente Boumediene.

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El martes 8 de abril, Estados Unidos reafirmó su reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, una postura inicialmente adoptada por el expresidente Donald Trump el 10 de diciembre de 2020. Esta decisión supone un duro golpe para Argelia, que en las últimas semanas había intensificado sus esfuerzos para acercarse a la Casa Blanca, llegando a ofrecer acceso a sus tierras raras.

«Argelia está dispuesta a discutir» un acuerdo sobre sus recursos naturales y minerales con Estados Unidos, declaró el embajador argelino en Washington, Sabri Boukadoum, en una entrevista con un medio estadounidense. «Queremos destacar nuestro potencial ante la nueva administración. Con el presidente Trump, quien mostró interés en los acuerdos, esperamos convencer a la administración de las ventajas de una colaboración con Argelia», añadió el diplomático.

No obstante, según nuestras fuentes, Argelia hizo una oferta de especial simbolismo para Marruecos a un allegado del presidente Trump: la mina de hierro de Gara Djebilet, ubicada en Tinduf. A cambio, esperaban que se suspendiera el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara o, al menos, que se mantuviera la política del presidente Joe Biden respecto a este asunto.

El Sáhara oriental también en juego

«Además del Sáhara Occidental, Argelia también buscaba involucrar a Estados Unidos en la cuestión del futuro del Sáhara oriental. Una presencia estadounidense en una ciudad fronteriza con el reino sería una garantía de seguridad para los argelinos, confirmando el estatus jurídico de la provincia, tal como existía durante la colonización francesa de 1934 a 1962», analiza una fuente marroquí cercana al expediente, contactada por Yabiladi.

Reclamado durante mucho tiempo por Marruecos, el rey Hassan II y el presidente Houari Boumédiène firmaron el 15 de junio de 1972 en Rabat un acuerdo sobre el trazado de las fronteras, publicado en el Diario Oficial de la República Argelina el 15 de junio de 1973. Sin embargo, el reino no oficializó este procedimiento hasta un dahir real el 22 de junio de 1992.

Ambos líderes también acordaron «un convenio de cooperación para la valorización de la mina de Gara Djebilet, con el fin de establecer una paz duradera para los siglos venideros», compartiendo el yacimiento al 50% para cada país. Sin embargo, el proyecto fue dejado de lado por Argelia, a pesar de los numerosos intentos de Hassan II por convencer a Boumédiène de cumplir sus compromisos.

Con reservas estimadas en 3,5 mil millones de toneladas, el yacimiento de hierro de Gara Djebilet se clasifica como el segundo más grande del mundo, solo por detrás de Australia y sus 5,1 mil millones de toneladas. Esto da una idea de su importancia. La explotación de este mineral fue concedida el 30 de marzo de 2021 por Argelia a un consorcio compuesto por tres empresas chinas. «Pero deshacerse de los chinos en favor de los estadounidenses no debería representar un problema para Argelia. Donald Trump es, a los ojos de los oficiales argelinos, más influyente que China, especialmente en la cuestión del Sáhara Occidental», explica nuestra fuente.

Esta oferta argelina recuerda la propuesta hecha en 2002 por Bachir Mustapha Sayed del Polisario a los estadounidenses de reconocer la «República Árabe Saharaui Democrática (RASD)», a cambio de una base militar estadounidense en el Sáhara. Una audacia que le valió un largo periodo de desgracia dentro del movimiento separatista.

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