La pareja se encuentra detenida y hoy, presumiblemente, será puesta a disposición del juez para aclarar qué hay detrás de esta historia, según han informado fuentes policiales a El Faro.
El matrimonio niega cualquier implicación delictiva con los hechos de los que se le acusa, argumentando que el varón mantuvo una relación extramatrimonial con la denunciante y que, ahora, venía a Ceuta para hacerse cargo del recién nacido. La versión no cuadra con la denuncia interpuesta por la fémina, que manifestó que se le quería pagar por la venta de su hijo, nacido hace unos días en el Hospital Universitario.
Ahora se trata de esclarecer lo ocurrido y será la autoridad judicial la que decida, en base a las pruebas aportadas por la Policía, qué valoración tiene mayor peso y si se está ante un caso de tráfico de menores en toda regla.
Un asunto éste que no le es desconocido a las fuerzas de seguridad. En una ciudad fronteriza como Ceuta son varios los casos en los que se han producido sospechas de compra y venta de recién nacidos, aprovechándose de los partos de marroquíes que han tenido hijos fuera de una relación matrimonial y no quieren regresar a Marruecos para evitar problemas. Si cuantiosas son las sospechas, escasos son los resultados policiales, aunque ya ha habido precedentes de adopciones ilegales de bebés o intentos de llevarlas a cabo que han resultado frustradas por denuncias.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles denunció el pasado año la existencia de una trama para facilitar los partos de marroquíes en el Hospital. Apuntaba la asociación a la existencia de enlaces que facilitaban la estancia de las féminas en viviendas a la espera de producirse el parto. La Policía Nacional intentó llevar a cabo una investigación sobre estos hechos pero finalmente, desde la cúpula del Cuerpo, no se apoyó la puesta en marcha de un análisis al detalle de todo lo que rodea a estas historias.