Los hospitales de Ceuta y de Melilla reciben a diario a parturientas y enfermos de las provincias limítrofes marroquíes que acuden a sus urgencias con la convicción de ser atendidos mejor que en su propio país. Cada una de las dos ciudades autónomas tiene 75.000 habitantes, pero sus urgencias hospitalarias trabajan con la intensidad de una población muy superior.
El paciente que llegó la semana pasada al Hospital Universitario ceutí, Adam, un bebé marroquí de 14 meses, sufría, a primera vista, una infección en los ojos, pero su dolencia era mucho más grave. No podía ser tratado en aquel centro hospitalario.
Padece retinoblastoma, es decir un tumor maligno en la retina que le ha hecho perder la vista en el ojo izquierdo mientras que solo conserva un 10% en el derecho. Debe ser operado y probablemente sometido más tarde a quimioterapia.
La familia de Adam, residente en Tetuán, acudió primero al hospital de esa ciudad donde les enviaron a Rabat. Tras hacer una colecta entre familiares y amigos viajaron a la capital. Allí diagnosticaron la enfermedad, pero también les indicaron que operarle les costaría unos 90.000 dirhams (8.000 euros), una cantidad que no pueden sufragar.
Adam es el séptimo hijo de una familia humilde que, en buena medida, sobrevive gracias a las "chapuzas" que su padre hace para una asociación de vecinos de Ceuta. Fueron miembros de esta asociación los que le aconsejaron que acudiera a las urgencias del hospital de Ceuta. Los residentes en Tetúan, a 30 kilómetros de Ceuta, no necesitan visado para entrar en la ciudad autónoma, pero sí para viajar a la Península.
El diario "El Faro de Ceuta" destapó el caso el domingo y su directora, Carmen Echarri, escribió: "(...) si nos rascamos el bolsillo para colaborar en maratones sociales, si ayudamos a niños del Tercer Mundo con apadrinamientos gestionados por ONG, cómo vamos a dejar de hacerlo con una historia que sucede aquí mismo, en Ceuta, con un niño de aquí al lado, un poquito más allá del Tarajal", la frontera con Marruecos.
La Coalición Caballlas, la oposición mayoritariamente musulmana al Partido Popular que gobierna la ciudad, también ha pedido que en este asunto "prime el aspecto humanitario sobre el burocrático" y se salve la vida del pequeño Adam.
Corresponde a la Delegación del Gobierno en Ceuta otorgar las autorizaciones para que Adam y uno de sus dos progenitores se trasladen a un hospital de la Península. "Se seguirá el criterio médico" a la hora de concederlo o denegarlo, indican fuentes cercanas a la delegación.
Los médicos del INGESA, el órgano estatal que gestiona la sanidad allí donde no ha sido transferida esa competencia, son partidarios del traslado al Hospital del Mar, en Cádiz, dónde son enviados los pacientes ceutíes que no puede se atendidos en su ciudad. Es harto probable que la Delegación del Gobierno actuara en consecuencia.
La Delegación actúa, sin embargo, con discreción. Teme que si se da a conocer la concesión del traslado a Adam y su madre mañana sean otros muchos enfermos oncológicos de Tetuán los que se presenten en las urgencias del hospital ceutí. En el noroeste de Marruecos los enfermos de cáncer no pueden ser tratados.
Muchos tangerinos o tetuaníes en situación acomodada pagan seguros médicos en España para poder acudir a los hospitales de Málaga o Cádiz sin contraen alguna enfermedad grave.