El sindicato exige una política de integración centrada en otorgar a la población extranjera los mismos derechos que a los españoles teniendo en cuenta que la legislación vigente ya les exige las mismas obligaciones. UGT cree que la futura Ley de Igualdad de Trato que impulsa el Gobierno es la norma donde se deben recoger las garantías para los 4.926.608 extranjeros residentes en España a 31 de diciembre de 2010.
El informe, hecho público con motivo de la celebración hoy del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, trata de desmontar algunos tópicos que rodean a los extranjeros. Por ejemplo, casi la mitad de los 4,9 millones de extranjeros son de la UE y un 60% son residentes de larga duración. "Su vocación es permanecer en España y forman parte de la sociedad", dice el informe.
Los trabajadores extranjeros se concentran principalmente en las actividades de la construcción, hostelería, agricultura y servicio doméstico. Las mujeres extranjeras empleadas en el hogar se ven afectadas además por una regulación especial de este tipo de trabajo que les impide acceder a las prestaciones por desempleo.
La crisis ha golpeado más a este colectivo. Frente a las 119.309 autorizaciones iniciales de trabajo por cuenta ajena de 2009, entre enero y septiembre de 2010 sólo se concedieron 7.050. El sindicato destaca que en plena bonanza se reclamaron puestos de trabajo que los españoles no querían. La llegada de inmigrantes se estancó en 2009, cuando el incremento de población extranjera apenas llegó al 1,07%. Sólo un año antes, al comienzo de la crisis económica, el incremento fue del 7,21%.
Ejemplos discriminatorios
En busca de la integración en la sociedad española, el informe pone varios ejemplos que demuestran las dificultades actuales, como "la concentración del alumnado extranjero en colegios públicos; los criterios de selección para el empleo discriminatorios; o las dificultades para acceder a un alquiler o un crédito bancario".
El informe añade que la capacidad de ahorro de los inmigrantes en España ha sido muy limitada durante el periodo de bonanza económica, debido a las deudas contraídas por el viaje y el envío de remesas a sus países de origen, entre otras causas.
Por último, la temporalidad de los contratos de los extranjeros, según UGT, ha limitado el acceso de estos a las indemnizaciones por despido y a las prestaciones por desempleo.