Este acuerdo ha sido firmado por el ministro de Agricultura y Pesca marítima, Aziz Akhannouch, y por el vice-primer ministro y ministro belga de Asuntos Exteriores, cuyo país asume la presidencia de turno de la UE, Steven Vanackére, en presencia del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Taib Fassi Fihri.
Esta firma se produce después de la ratificación por el Consejo Europeo y la Comisión Europea del acuerdo rubricado por los jefes negociadores de ambas partes al cabo de la clausura de las negociaciones en noviembre del 2009.
El proceso de negociación ha sido puesto en marcha tras la adopción de la hoja de ruta euro-mediterránea adoptada por los ministros euro-mediterráneos de Asuntos Exteriores, reunidos en Rabat el 28 de noviembre del 2005, y que concernía la aceleración de la liberalización del comercio de los productos agrícolas, los productos agrícolas transformados y los productos pesqueros.
Estas negociaciones permitieron a Marruecos mejorar el posicionamiento de sus productos agrícolas en el seno de los mercados de la Unión Europea, adaptar las medidas del acuerdo a su nueva orientación estratégica en el ámbito agrícola (Plan Marruecos Verde) y también abrir suficientemente su mercado, con el fin de conferirle una dinámica de competitividad y de abastecerle de productos necesarios para el funcionamiento y el desarrollo de los diferentes sectores y las industrias agrícolas.
La hoja de ruta convenida en el marco del nuevo acuerdo se centra en tres puntos esenciales, a saber la liberalización progresiva y asimétrica de los intercambios agrícolas y agroindustriales y de la pesca para permitir la puesta en marcha de los ajustes necesarios, la exclusión de un número limitado de productos sensibles vistas las consecuencias que pueden ser perturbadoras del equilibrio económico y social y, por último, la instauración de medidas de acompañamiento a la liberalización comercial a favor de Marruecos en particular para el desarrollo rural.
Según el ministerio de Agricultura, la aplicación del nuevo acuerdo permitirá a Marruecos beneficiarse de una liberalización total de sus productos agrícolas, excepto una lista de seis productos sometidos a cuotas.
Marruecos consiguió, no obstante, mejorar la accesibilidad de estos últimos al mercado europeo sea a través del aumento de las cuotas, la baja de los derechos arancelarios o del precio de entrada.