Su muerte eleva a diez el número de miembros de las fuerzas auxiliares, de la Gendarmería Real y la Protección Civil fallecidos, uno de los cuales murió apuñalado en los disturbios que se produjeron en El Aaiún tras el desmantelamiento del campamento.
Por otra parte, la agencia oficial informa que el rey Mohamed VI ha dado órdenes para hacerse cargo "personalmente del coste del entierro de los miembros de las fuerzas de seguridad muertos en la operación de liberación de los ciudadanos retenidos en el campamento de Gdiem Izik".
Asimismo, el monarca alauí ha dado instrucciones para hacerse cargo de "los costes de hospitalización de los heridos durante esta operación" y ha expresado su "vivas condolencias a las familias de las víctimas que han fallecido cumpliendo su deber nacional" así como su deseo de "un pronto restablecimiento" a los heridos.