Desde entonces, el proyecto de regionalización avanzada de Marruecos, "obra fundamental" lanzada en el 2009 y apoyada por el Rey Mohamed VI, hizo correr ríos de tinta en el país. Y esto, tal vez menos que de parte de la Comisión Consultativa de la Regionalización (CCR), organismo oficial encargado de elaborar propuestas sobre el asunto, que asociaciones y partidos políticos marroquíes. Reconociendo la importancia para el desarrollo económico y la futura distribución del poder político en Marruecos, estos últimos intentan hacer valer sus competencias y quieren posicionarse en cuanto a las varias perspectivas posibles.
La ultima tomada de posición hasta la fecha, y no de las menores, proviene del PAM, en la persona de Hamid Narjisse, encargado del expediente en el Partido. Según El Economista, el partido de Fouad Ali El Himma habría puesto todos los medios para elaborar un programa ambicioso. No se habría satisfecho solo con convocar a expertos internos al partido, pero habría constituido una comisión que organiza encuentros regionales en todo Marruecos y consultado una cincuentena de expertos exteriores.
Los resultados salen también de lo normal, aunque son provisionales e incompletos. Es realista en cuanto al hecho que no subestima las reformas institucionales y constitucionales que hay que prever, el PAM propone también aumentar las recetas propias de las regiones, en particular a través del IVA y tasas especiales de “contaminador pagador”
Sin embargo, son más bien las propuestas sobre las provincias del Sur que hacen reaccionar. El PAM propone reagrupar estas provincias en una sola, llamada “Sahara Occidental”, del nombre utilizado por la ONU, entre otros, para la parte del territorio marroquí que el Reino de Marruecos discute con el Polisario. Este grupo, hoy enemigo de Marruecos, debería, sin embargo, poder constituirse como partido político como cualquier otro en esta región del Sahara Occidental, si se siguen las propuestas del PAM. Otro elemento del programa del PAM presentado el fin de semana pasado, el nivel de representación parlamentaria de esta región no debería ser en función del número de habitantes (muy débil), pero más bien en función de la superficie.
Las reacciones sobre estas propuestas no se han hecho esperar. La Asociación del Sahara Marroquí (ASM), en un comunicado con fecha del miércoles 1 de septiembre, se muestra escandalizado por estas sugestiones. Según la ASM, un reagrupamiento de las provincias del Sur no haría nada más que “reavivar las tensiones”. Además, proponer la denominación de “Sahara Occidental” sería un “acto de debilidad y fracaso frente a nuestros enemigos”, estima la ASM. Mas que esto, “hablar el idioma del enemigo” seria “un insulto al pueblo marroquí entero”.
Por otra parte, la representación por la superficie del “Sahara Occidental” seria “simplemente una aberración”, según los términos empleados en el comunicado. En general, la ASM se dice decepcionada por el PAM, pero realmente, ¿hay razones reales para serlo?
Aparentemente, el PAM supone un futuro donde el plan de autonomía propuesto por Marruecos sería aceptado por el Polisario y Argelia. Las propuestas tienen como objetivo diluir la influencia del Polisario en una gran región del Sur asegurando una cierta autonomía de esta región hacia el poder central. Esta autonomía, como, de forma más simbólica, la denominación de “Sahara Occidental” parece tener el objetivo de facilitar la aceptación de este programa por el Polisario, su transformación en partido político podría llevar al final de su influencia. Consecuentemente, estas propuestas pueden ser consideradas como una estrategia para llegar a una convergencia entre el plan de autonomía del Sahara marroquí y el proyecto de regionalización avanzada.