En marzó, le relatábamos la decisión de la multinacional marítima danesa Maersk de reducir del 25 % su actividad de contenedores en el puerto de Algésiras. Esta medida correspondía sobre todo a una transferencia de un medio millón de contenedores hacia el puerto de Tanger-Med, que ofrecía tarifas ventajosas en el momento de las operaciones de transbordo , en particular en materia de mano de obra.
Así pues, como tenían miedo de ver a otras compañías marítimas trasladar sus actividades de contenedores hacia el Reino, una nueva ley portuaria ha sido adoptada recientemente en España, informaba el diario español El Mundo, sobre su sitio internet. Así, el puerto de Algésiras habría decidido reducir del 50 % sus tarifas portuarias, para los terminales contenedores de sus principales armadores: el danés Maersk, el neerlandés Apm Terminals, y el Sur Coreano Hanjin.
Esta medida convertiría el puerto español en un puerto más competitivo con respecto a su competidor marroquí, como lo subrayó Manuel Moròn, presidente de la Autoridad portuaria de la bahía de Algésiras (APBA). Esa medida llega sobre todo en un contexto en el que el puerto de Tánger Med participa en el tránsito de contenedores con 868 978 unidades en el 1 semestre de 2010 (+48 %), según la revista semanal Las Áfricas.
El puerto de Algésiras, que sería actualmente el líder de los movimientos de contenedores en el Mediterráneo quiere pues salvaguardar, e incluso reforzar su posición en el sector. Pero Tánger Med con sus tarifas ventajosas se presenta como un competidor importante, tanto más cuanto que este último quiere llevar su capacidad a 8 millones de contenedores para el año 2016, en particular con la extensión de sus instalaciones.
Sin embargo, a la larga, la tendencia a la ampliación de las estructuras portuarias, con vistas a acapararse de las más grandes cuotas de mercado en el Mediterráneo es susceptible de perjudicar. En efecto, si la competencia empezada entre Algésiras y Tánger Med se extiende a otros puertos, las tarifas sólo podrán bajar cada vez más.
Al final, incluso con una subida global del transporte de mercancías a través del Mediterraneo, la explotación de los terminales de contenedores podría perder mucho en rentabilidad tanto del lado marroquí como del lado español.
Una situación que penalizaría probablemente las recetas portuarias, en su mayoría, tributarias del transbordo.