La célula tenía 18 miembros, incluyendo a tres islamistas que habían sido detenidos anteriormente por delitos relacionados, dijo la agencia oficial de noticias MAP, citando un comunicado ministerial.
El comunicado no especificó los objetivos contra los que tenían planeado atentar los islamistas, ni el nombre de los países extranjeros cuyos intereses estaban bajo amenaza de los miembros de la célula.
"Los miembros de la célula se estaban preparando para llevar a cabo ataques terroristas y sabotaje dentro del territorio nacional contra intereses extranjeros en Marruecos", dijo el comunicado.
La violencia con vínculos islamistas es poco frecuente en Marruecos, un firme aliado de Occidente con reputación de estabilidad, la cual ha ayudado a atraer a millones de turistas al país.
El último gran incidente fueron una serie de atentados suicidas en la capital económica, Casablanca, en 2003, en los que murieron 45 personas, y desde entonces los servicios de seguridad dicen que han acorralado a más de 60 células radicales.