38.21. ¿Te has enterado de la historia de los litigantes? Cuando subieron a palacio.
38.22. " Cuando entraron adonde estaba David y éste se asustó al verles. Dijeron: ""¡No tengas miedo! Somos dos partes litigantes, una de las cuales ha ofendido a la otra. Decide, pues, entre nosostros según justicia, imparcialmente, y dirígenos a la vía recta. "
38.23. " éste es mi hermano. Tiene noventa y nueve ovejas y yo una oveja. Dijo: '¡Confíamela!' Y me gana a discutir"". "
38.24. " Dijo: ""Sí, ha sido injusto contigo pidiéndote que agregaras tu oveja a las suyas"". En verdad, muchos consocios se causan daño unos a otros, no los que creen y obran bien, pero ¡que pocos son éstos! David comprendió que sólo habíamos querido probarle y pidió perdón a su Señor. Cayó de rodillas y se arrepintió. "
38.25. Se lo perdonamos y tiene un sitio junto a Nosotros y un bello lugar de retorno.
38.26. ¡David! Te hemos hecho sucesor en la tierra. ¡Decide, pues, entre los hombres según justicia! ¡No sigas la pasión! Si no, te extraviará del camino de Alá. Quienes se extravíen del camino de Alá tendrán un severo castigo. Por haber olvidado el día de la Cuenta.
38.27. No hemos creado en vano el cielo, la tierra y lo que entre ellos está. Así piensan los infieles. Y ¡ay de los infieles, por el Fuego...!
38.28. ¿Trataremos a quienes creen y obran bien igual que a quienes corrompen en la tierra, a los temerosos de Alá igual que a los pecadores?
38.29. Una Escritura que te hemos revelado, bendita, para que mediten en sus aleyas y para que los dotados de intelecto se dejen amonestar.
38.30. A David le regalamos Salomón. ¡Qué siervo tan agradable! Su arrepentimiento era sincero.
38.31. Cuando un anochecer le presentaron unos corceles de raza.
38.32. " Y dijo: ""Por amor a los bienes he descuidado el recuerdo de mi Señor hasta que se ha escondido tras el velo. "
38.33. " ¡Traédmelos!"" Y se puso a desjarretarlos y degollarlos. "
38.34. Aún probamos a Salomón cuando asentamos en su trono a su sosia. Luego, se arrepintió.
38.35. " ""¡Señor!"" dijo. ""¡Perdóname y regálame un dominio tal que a nadie después de mí le esté bien. Tú eres el Munífico"". "
38.36. Sujetamos a su servicio el viento, que soplaba suavemente allí donde él quería, a una orden suya.
38.37. Y los demonios, constructores y buzos de toda clase,
38.38. y otros, encadenados juntos.
38.39. " ""¡Esto es don Nuestro! ¡Agracia, pues, o retén, sin limitación!"" "
38.40. Tiene un sitio junto a Nosotros y un bello lugar de retorno.