Una leyenda amazigh envuelve el origen de los lagos Isli y Tislit («novio y novia»), una historia cargada de romanticismo y tragedia que recuerda a un «Romeo y Julieta» a la marroquí. Sin embargo, hay varias explicaciones científicas que justifican la formación del cráter que alberga estas dos masas de agua, ubicadas a diez y cuatro kilómetros de Imilchil, en el Alto Atlas, y separadas por 9,4 kilómetros.
Entre 2012 y 2013, una controversia enfrentó a investigadores marroquíes de Agadir con un equipo científico de Casablanca. ¿La causa de la discordia? El origen de los míticos lagos de Isli y Tislit. Según el laboratorio Geoheritage y geomateriales de la Universidad Ibn Zohr de Agadir, ambos lagos son en realidad cráteres formados por la caída de dos fragmentos de un mismo meteorito, que pesaba dos millones de toneladas.
Esta teoría fue desmentida meses después por investigadores del laboratorio GAIA de la Facultad de Ciencias de Aïn Chock de la Universidad Hassan II de Casablanca. Durante la conferencia «The Large Meteorite Impacts and Planetary Evolution V», organizada en Canadá por la Universities Space Research Association, el equipo marroquí presentó un artículo titulado «La prueba de la no colisión de meteoritos en el origen de los lagos de Imilchil».
¿Su conclusión? «Los dos lagos se formaron por el impacto de un pequeño asteroide de más de 100 metros de diámetro». Según ellos, el impacto se debió a «la división en dos del meteorito al entrar en la atmósfera terrestre hace más de 40,000 años». En resumen, los dos equipos ofrecen teorías divergentes: uno sostiene que los meteoritos impactaron cerca de los lagos, mientras que el otro afirma lo contrario.
Un amor imposible
Más allá del aspecto geológico, los lagos Isli y Tislit simbolizan el puro romanticismo de la cultura bereber marroquí. La leyenda se inspira en historias reales de las tribus amazigh de los Aït Ibrahim y los Aït Yaaza, enfrentadas ferozmente. Sin embargo, una joven de los Aït Yaaza se enamoró perdidamente de un joven de los Aït Ibrahim, desafiando la rivalidad entre sus pueblos.
Trágicamente, ambos murieron sin poder casarse. La leyenda dice que sus lágrimas de dolor fueron tantas que formaron los lagos Isli y Tislit. Fue la muerte de estos dos amantes lo que finalmente llevó a la reconciliación de las dos tribus. Esta nueva amistad dio origen al Moussem de los Compromisos, un evento anual en el Alto Atlas marroquí. Este festival, con su lado festivo y un toque comercial, también tiene una dimensión cultural y social, perpetuando tradiciones ancestrales.
Cada fin de agosto, cientos de jóvenes mujeres acuden a la aldea de Imilchil, situada a 2,200 metros de altitud, en busca de su alma gemela para formalizar uniones en espera del matrimonio. La belleza del lugar, junto con este patrimonio cultural y humano, han hecho de este moussem un evento turístico imprescindible en la región.