A pesar de las transiciones demográficas y socioeconómicas en el ámbito rural, la situación de las mujeres en estas áreas sigue siendo inferior al promedio nacional, especialmente en educación, empoderamiento y reconocimiento de su contribución económica. Un estudio del Alto Comisionado para el Plan (HCP), presentado ayer en una conferencia sobre el «Empoderamiento de las mujeres en Marruecos: Comprender los desafíos para actuar mejor», revela que una mayor integración de la participación femenina en las zonas rurales habría incrementado el PIB en un 2,2% en 2019.
El estudio, enfocado en la «estimación de los costos de oportunidad económica del empoderamiento económico de las mujeres rurales», fue realizado en colaboración con ONU Mujeres. Detalla que el 2,2% del PIB se divide en dos aspectos: el 1,2% se atribuye al trabajo femenino no remunerado, resaltando el papel esencial pero a menudo invisible que desempeñan las mujeres rurales en las explotaciones agrícolas y pequeñas empresas familiares. El 1% restante corresponde a la pérdida de ingresos de mujeres potencialmente activas, destacando los obstáculos que impiden su plena participación en el mercado laboral, según el HCP.
La búsqueda de mejores condiciones socioeconómicas está llevando a más mujeres a abandonar las zonas rurales, sin que ello resuelva los problemas estructurales del subempleo femenino. Según el HCP, en 2024 la población femenina en áreas rurales alcanzará los 6,7 millones, representando el 49% de los habitantes rurales, con un gran potencial humano. De estas, el 57,2% están en edad laboral (15-59 años), el 29% son menores de 15 años y el 13,9% tienen 60 años o más, siendo la agricultura el principal sector de actividad.
La vulnerabilidad de este potencial comienza con el limitado acceso a la salud y educación, ya que el 48,4% de las mujeres rurales son analfabetas, en comparación con el 27,9% de los hombres. Sin embargo, los indicadores de empleo femenino son «relativamente mejores en el medio rural que en el urbano», con un 21,9% frente al 13,7% en las ciudades. No obstante, el subempleo de las trabajadoras rurales sigue siendo un desafío considerable.
Más del 70% de las mujeres rurales activas no son remuneradas
Un análisis de la naturaleza y calidad del empleo muestra que el 60,3% de las mujeres rurales activas son ayudantes familiares, realizando trabajos «generalmente no remunerados». El estudio destaca que el 70,5% de las mujeres activas en las zonas rurales «no reciben ninguna compensación financiera», ilustrando aún más la pérdida de ingresos en este ámbito. El HCP recomienda acciones concretas «con urgencia», especialmente porque Marruecos aspira a «crear empleos de calidad en todos los territorios, incluidas las zonas rurales», con el objetivo de alcanzar una tasa de actividad femenina del 45% para 2035, según el Nuevo Modelo de Desarrollo.
Fuente: HCP
En este contexto, el HCP destaca el peso de las «actitudes negativas hacia el empleo femenino», especialmente en el ámbito rural, «a pesar del apoyo generalizado a la paridad de género en diversos ámbitos, lo que ilustra una voluntad de avanzar hacia una sociedad más igualitaria». Según la institución, estas percepciones «parecen explicar el peso de los NEET entre las jóvenes rurales de 15 a 29 años, con una tasa del 61,8% mayoritariamente mujeres que se dedican al hogar (95%)».
Asimismo, el estudio señala que cerca del 91% de las mujeres «potencialmente capaces de integrarse en el mercado laboral residen en hogares cuyo jefe es un hombre, mientras que solo el 9% viven en hogares dirigidos por mujeres». El HCP subraya que esta distribución refleja una dinámica en la que los hombres «son a menudo los principales proveedores de ingresos en los hogares», mientras que las mujeres están más asociadas a las responsabilidades domésticas y familiares.
Esta disparidad tiene profundas implicaciones «sobre la autonomía financiera de las mujeres y su capacidad para acceder plenamente a las oportunidades económicas», afirma el estudio. Insiste en la necesidad de cambios que «promuevan la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres», valorando «la relevancia económica y social de su participación activa en el mercado laboral».
Los obstáculos persisten, incluso con el acceso al empleo
Aun cuando logran acceder al mercado laboral, las mujeres continúan enfrentando serias dificultades para encontrar empleo, lo que explica, según el HCP, el aumento de la tasa de desempleo femenino. De hecho, esta pasó del 13,5% en 2019 al 16,2% en 2020, «debido a los impactos de la pandemia y las condiciones climáticas adversas». El estudio menciona una tendencia que afecta «tanto a zonas rurales como urbanas, con tasas de desempleo respectivas del 3,9% y el 24,7%».
En términos económicos, las mujeres que podrían integrarse en el mercado laboral pero no lo hacen, por diversas razones, representan «una pérdida estimada en 11,2 mil millones de dirhams», que habría incrementado el PIB nominal de 2019, de ahí la importancia de «luchar contra las barreras estructurales y socioeconómicas que limitan el acceso de las mujeres rurales a oportunidades de empleo remunerado», insiste nuevamente el HCP.
Fuente: HCP
Analizando por nivel escolar, esta pérdida subraya «grandes disparidades», alcanzando «16,400 dirhams para las mujeres rurales sin nivel escolar, 18,300 para aquellas con nivel escolar de primaria o secundaria, y 30,900 dirhams para sus homólogas de nivel superior». Esta cifra refleja la importancia del capital humano en la cuestión, por lo que el estudio aboga por mejorar la infraestructura y los servicios básicos, estableciendo bases más sólidas para el empoderamiento.
Entre sus recomendaciones, el HCP sugiere mejorar las oportunidades de empleo y creación de actividades, fortalecer las condiciones de la educación y la formación profesional, reducir los obstáculos relacionados con los bajos salarios y la precariedad del empleo, mejorar el entorno jurídico y financiero, facilitar el acceso a los servicios de cuidado infantil, así como el empoderamiento de las mujeres rurales para apoyar el surgimiento de una «clase media rural».